Una reforma parcial o una reforma integral suponen una manera práctica de renovar nuestra vivienda, ya que nos permiten aplicar todos los cambios que hagan falta para poder disfrutar de un ambiente adecuado a nuestras necesidades y las de nuestra familia.
¿Por qué decantarnos por una reforma total o parcial?
Antes de decidirnos a hacer obras en casa, es necesario hacernos la siguiente pregunta: ¿qué es lo que realmente necesitamos? En algunos casos, las respuestas serán ampliar nuestros espacios o adecuarlos a las necesidades de bajo consumo, así como renovar estancias que se nos han quedado demasiado anticuadas o que ya muestran muchos signos de deterioro. ¿Sabes en qué debes centrar tu reforma para conseguir tu objetivo?
Objetivo 1: Renovar tu vivienda para mejorar su estética
Es una de las necesidades más comunes entre los clientes. Muchas son las viviendas que se han ido quedando anticuadas con el paso del tiempo. Algunos elementos, colores, suelos o distribuciones ya no se llevan actualmente, en una época donde el minimalismo, la luz, la amplitud y lo colores claros han tomado protagonismo.
El open concept es una reforma que apuesta por la luminosidad y la amplitud, así como por la integración de los espacios. Generalmente, se usa para unificar, en un único ambiente funcional, la cocina con el salón.
Cambiar el suelo puede formar parte fundamental de una reforma parcial o integral, puesto que los antiguos suelos con patrones han quedado anticuados y ahora se llevan patrones geométricos más simples, así como los suelos lisos e, incluso, sin juntas.
Los estilos decorativos nos llevan a la instalación de acabados modernos y más funcionales. El estilo rústico apuesta por recubrimientos naturales, mientras que el estilo nórdico se decanta por acabados sintéticos modernos, que resultan mucho más prácticos, duraderos y fáciles de mantener que los antiguos acabados y materiales.
Objetivo 2: Para mejorar la eficiencia energética
Otra razón muy común para realizar una reforma en casa es mejorar la eficiencia energética del inmueble. Si este es tu objetivo, la reforma deberá concentrarse en analizar cómo se produce el gasto energético de tu vivienda, para detectar los puntos que se pueden mejorar y ayudarte a alcanzar tu objetivo.
Uno de los elementos más comunes a mejorar son las ventanas, las cuales constituyen uno de los principales puntos de pérdida de calor de las viviendas. Las carpinterías antiguas suelen ser las causantes de esta pérdida de calor, por lo que la renovación pasa por la instalación de nuevas ventanas diseñadas con tecnologías tales como rotura de puente térmico, doble cristal o antiruidos.
Por otra parte, los sistemas de calefacción suelen renovarse para acceder a sistemas que se alimenten de energía limpia. Así, las viejas calderas son sustituidas por sistemas de aerotermia, bombas de calor o calderas que se alimentan de biomasa. Lo mismo ocurre con los sistemas de iluminación, sustituyendo las bombillas tradicionales por lámparas led y sistemas que aprovechan más la luz natural. Todo esto requiere de reformas parciales o totales.
Como podemos ver, una reforma parcial puede ser la solución para renovar la estética o el consumo energético de tu hogar.
Sin comentarios